¿Por qué mentorizar a un joven? Lara, trabajadora de IBM nos lo cuenta
A lo largo del trimestre pasado, mientras la 2ª edición del Training Intensivo se llevaba a cabo, Lara Castro, trabajadora de IBM, conocía y mentorizaba a Chayana, una de las personas que formaron parte del grupo de jóvenes que recibirían esta formación de 2 meses
Autora: Lara Castro
Tuve la suerte de entrar en contacto con Fundación Exit hace ya un año, gracias al departamento de RSC de mi empresa (IBM), para colaborar en el llamado “Proyecto #coachExit“. A través de este proyecto, pude conocer a Joaquín, un chico con el que conecté desde un primer momento, y con el que fue un placer trabajar y poder mostrarle de cerca las diferentes oportunidades laborales dentro de una empresa, y la importancia de seguir formándose.
Fue a raíz de esta primera colaboración con Fundación Exit, cuando me volvieron a ofrecer la posibilidad de participar en el “Proyecto #yobExit“, más en concreto en uno de sus programas, “Training Intensivo”, cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad de los jóvenes, posicionando su candidatura en los procesos de selección.
No lo dudé, y de nuevo, fue una experiencia maravillosa.
He tenido la oportunidad de conocer y acompañar en este proceso de aprendizaje a Chayana, una chica tremendamente inteligente y responsable, cercana, con mucho potencial y capacidades tanto para seguir estudiando, como para desarrollar su carrera profesional.
Y como cualquier persona, con áreas de mejora. A medida que el proyecto avanzaba su interés aumentaba y, en cada tutoría, la mejora en sus competencias era más que evidente. Trabajar con ella, diseñando un plan y haciendo seguimiento del mismo, fue muy sencillo, con una actitud siempre de lo más positiva.
Es casi imposible resumir por qué es tan gratificante participar en este proyecto y por qué lo recomiendo a cualquier profesional, encarecidamente: nos hace conocer y empatizar con personas ajenas a nuestro entorno habitual, mejorar nuestras propias competencias, sacar un partido “humano” a nuestra experiencia laboral, salir de nuestra zona de confort, romper con ideas preconcebidas que podamos tener, conocer e interactuar con profesionales de otras áreas y empresas, frustrarnos y buscar alternativas. Al fin y al cabo, seguir aprendiendo.
En mi caso, además, tengo la suerte de seguir en contacto tanto con Joaquín, como con Chayana, y es un orgullo que quieran seguir confiando en mí, contándome sus avances, o consultándome ciertas cosas, en momentos de duda.
Recuerdo que, durante una sesión formativa del Proyecto #coachExit, un profesor, de uno de los centros educativos que participan, dijo que este tipo de actividades no son una cuestión de “caridad”, sino de “justicia social” y me pareció la frase perfecta; es bueno recordar que todos hemos necesitado apoyo, y alguien que creyera en nosotros, y creo que es fantástico el poder devolver o “redirigir” ese apoyo que un día recibimos y que nos ha ayudado a llegar al sitio en el que estamos, a otra persona que pueda estarlo necesitando en este momento.
Por último, pero no menos importante, quisiera agradecer y reconocer a la Fundación Exit y a sus trabajadores, la labor tan importante que realizan (junto con los chicos, son los verdaderos responsables del éxito de estos proyectos); su amabilidad y su disponibilidad, nos lo ponen realmente fácil a los voluntarios corporativos.
Muchas gracias por el trabajo tan bien hecho (¡y hecho tan bonito!).