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Voces Futuras: Más allá de la comunicación con Llorente y Cuenca

30-10-2023
Fundación Exit
La Generación Z o centennials son la generación de la que se habla constantemente: personas nativas en el mundo digital, polifacéticas, audiovisuales y autodidactas. Jóvenes en un mundo globalizado y bajo una sobre información constante. Pero ¿qué cosas les mueven?;¿cómo llegamos a ellos?   Autora: Andrea Montelio Barandica La presencia de la tecnología es crucial … Continued

La Generación Z o centennials son la generación de la que se habla constantemente: personas nativas en el mundo digital, polifacéticas, audiovisuales y autodidactas. Jóvenes en un mundo globalizado y bajo una sobre información constante. Pero ¿qué cosas les mueven?;¿cómo llegamos a ellos?  

Autora: Andrea Montelio Barandica

La presencia de la tecnología es crucial para entenderles ya que Internet ha forjado su personalidad y su entendimiento de lo que les rodea. Más de un 90% de jóvenes entre 14 y 16 años utilizan sus móviles entre 5 y 10 horas diarias. La pantalla se convierte así en su mayor portal al mundo: el espacio por donde pasa su relación con otras personas y la manera más accesible y común para acercarse a la información que les importa. La imagen configura su identidad y es la forma que utilizan para socializarse: Instagram, TikTok y Youtube, cuyo rasgo más distintivo es la parte visual, son las tres Redes Sociales más utilizadas. Consideran que es precisamente a través de la imagen (los vídeos, los memes, etc..) dónde pueden generar contenido y conocimiento nuevo. Además, y a diferencia del estereotipo de despreocupación que se les adjudica, son una generación que se siente realmente comprometida con los asuntos políticos que les interpelen ya que han nacido en tiempos de cambio y que ha vivido en primera persona revoluciones sin precedentes en temas como la igualdad de género o el cambio climático. ¿La diferencia? La manera en la que se interesan por ello. Los medios de comunicación tradicionales se quedan obsoletos y escuchan mucho más a personas que entienden como iguales. Por eso, la figura del influencer ha revolucionado los paradigmas de ventas, marketing o comunicación conocidos. Por eso, también, la activista de 16 años Greta Thunberg ha conseguido llevar lo que empezó como una lucha personal contra el cambio climático a un fenómeno mundial.

Ejemplos como este llevan a reflexionar sobre el punto de inflexión comunicativo que estamos viviendo ya que el uso de las Redes Sociales e Internet no son en absoluto exclusivos a la generación centennial. De hecho, para algunos expertos, Internet podría considerarse “la manera más eficaz de entender cómo la política se pone realmente en práctica y genera una transformación social directa” (Smith 2015, 10). Así, lo que ocurre en Redes Sociales y otros espacios virtuales, penetra cada vez con más fuerza en acciones y movimientos paralelos: se genera debate, se traza nuevos caminos e impacta en los espacios y discursos más tradicionales. El mundo virtual y el plano físico se encuentran cada vez más entrelazados y, con ello, los comportamientos y las actuaciones tanto de jóvenes como personas adultas.

De esta manera, los espacios virtuales y las nuevas metodologías comunicativas se convierten en la llave para el diálogo intergeneracional en el plano social, educativo y también en el mundo profesional. La entrada en el mercado laboral de la generación Z convierte a las empresas en espacios cada vez más heterogéneos donde conviven personas nativas digitales que buscan la inmediatez con trabajadores y trabajadoras más mayores, mucho menos familiarizados con el mundo virtual pero curtidos en un conocimiento más profundo y basado en la meticulosidad y la disciplina.

Como entidad social que trabaja con jóvenes, uno de nuestros principales retos es trabajar cada día por entender qué les mueve, cómo entienden el mundo y cuál es la mejor manera de conectar con ellos y ellas. Esto también es crucial para saber cómo generar ecosistemas entre los actores implicados en el futuro profesional de las nuevas generaciones. Por ello, es importantísimo construir puentes que fomenten el aprendizaje mutuo. Que empresas escuchen a jóvenes y que jóvenes escuchen a empresas. Que generaciones a priori lejanas, busquen los puntos en común y aprendan de aquello que les diferencia.  Abrir las puertas entre mundos que parece que no se tocan para innovar, enriquecerse y expandirse.

Bibliografía

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